“Tras operarme he sentido más seguridad»: Alberto Sánchez
Pocas veces una cirugía puede cambiar la vida de tal manera. Diremos la verdad: no es solo un día complicado ni tampoco una inversión pequeña, pero sí es una decisión por y para ti que te reconciliará contigo mismo. Esta es la historia de Alberto Sánchez.
Alberto Sánchez es un paciente de 22 años que se realizó un microinjerto capilar en MC360 el 3 de julio de 2020. Aprovechando la fase de confinamiento por COVID-19 en la que estaba sumida nuestro país, decidió dar el paso, cambiar su vida y comenzar a ser feliz.
Es difícil vivir una adolescencia y juventud sumidas en el rechazo y en los complejos. Desde MC360 nos sentimos orgullosos de haber formado parte de un proceso de transformación que ha posibilitado la superación personal de nuestro paciente.
Alberto sufría un problema hormonal que consistía en tener mayor testosterona de lo común y un aceleramiento de las hormonas. Esto hacía que comenzara a perder pelo siendo solo un preadolescente.
En el colegio sentía un gran rechazo, tanto por sus compañeros como por las chicas que le gustaban. Además, debido a su alteración hormonal, experimentó deseo sexual desde una edad temprana, pero nunca tenía pareja. Esto era motivo de una gran frustración.
Así que tomó la decisión. Se informó y cayó en la cuenta de que no había que viajar al extranjero para realizarse la intervención y que en España existía una industria que trabajaba bien: “Me informé en diversos foros, busqué en Google Maps ‘injerto capilar’ y salían los puntos de las clínicas que había. Vi que esta era, con diferencia, la que más puntuaciones y mejor nota tenía. Leí los comentarios y todo el mundo escribía que todo había ido genial y que el personal era amable”.
En cuanto a la cirugía, fue una experiencia con la que no se quedó, sino que se quedó con el resultado. Alberto tuvo una muy buena impresión del personal de nuestro centro: “No pierden el tiempo. Vas allí, te dicen lo que hay, lo que pueden hacer y no te marean. El trato es muy bueno, mucha simpatía y muy buenas maneras”.
Gracias al microinjerto, Alberto ha ganado mucho a nivel estético, pero aún más en el ámbito personal: “He vivido muchas experiencias que no habría tenido de no haberme operado. He tenido parejas, me he sentido mucho más seguro conmigo mismo y la paz a la que he llegado ha influido en otros niveles. Mi entorno me dice que estoy mucho más tranquilo y mejor”.
Nuestro paciente anima a aquellos que tengan dudas a decidirse: “Admiro muchísimo a alguien que pierde pelo y no le afecta, pero para las personas que como yo sí lo hace y les hace verse peor, si tienen la opción, yo creo que lo mejor es que den el paso”.
