El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) y el Protocolo de Redensificación Capilar (PRC) son dos tratamientos capilares que a menudo, y debido a la semejanza de sus siglas, pueden confundirse. Ambas técnicas se practican para garantizar una correcta salud capilar pero, ¿son iguales? Hoy en el blog de MC360: PRC vs PRP ¿Cuáles son las diferencias entre ambos tratamientos?
En MC360 ofrecemos ambos tratamientos para conseguir que el cabello crezca sano y fuerte. En este sentido, pueden surgir dudas en relación a por qué se recomienda uno u otro y cuáles son los beneficios que aportan. A continuación en el blog de MC360 te contamos las diferencias que existen entre el PRC y el PRP y toda la información que necesitas saber sobre cada uno de ellos.
¿Qué es el Protocolo de Redensificación Capilar?
Antes de profundizar en las similitudes y diferencias que presentan ambos tratamientos capilares, y con el objetivo de aclarar en qué consiste cada uno, es importante definirlos.
El Protocolo de Redensificación Capilar (PRC) es un tratamiento exclusivo de MC360 y se define como un tratamiento de mantenimiento con eficacia médica demostrada. Se trata de una técnica capilar en la que se combina la biofotomodulación y pulso magnético con farmacomesoterapia gracias a la terapia lumínica con LLT, o laser de baja intensidad.
¿Qué es el Plasma Rico en Plaquetas?
El Plasma Rico en Plaquetas es también un tratamiento capilar, esta vez definido como de regeneración capilar, que se practica en MC360. Con él es posible inyectar las plaquetas del propio paciente en el cuero cabelludo. Las células plaquetarias ayudan al crecimiento y favorecen la cicatrización lo que mejora notablemente la salud del cabello.
Diferencias entre el PRC y el PRP
Una vez definidos y explicados qué son ambos tratamientos, es momento de señalar las diferencias que presentan cada uno de ellos. A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre estos tratamientos capilares.
Indicaciones PRC y PRP
Ambos son técnicas efectivas para cuidar la salud de nuestro pelo pero, ¿en qué casos están indicados el PRP y el PRC?
El PRC está indicado para pacientes que padecen alopecia androgenética independientemente de que se hayan realizado un injerto capilar. Gracias a este tratamiento se consigue bloquear la hormona que desencadena la pérdida progresiva del pelo sin necesidad de tomar medicación diaria.
Por otra parte, el PRP se orienta a la regeneración capilar gracias a la aplicación directa de las plaquetas del paciente. Esta técnica se indica principalmente a mujeres que necesiten un empujón en su salud capilar, así como a pacientes sanos con poca densidad. También es altamente recomendable para aquellas personas que se han sometido a un injerto capilar para ayudar a la zona receptora. De esta forma se suministran los nutrientes que el folículo piloso recién trasplantado necesita fomentando su crecimiento.
En definitiva, la principal diferencia entre ambos tratamientos radica en el fin que ambos persiguen. De esta forma, el PRP se orienta fundamentalmente a acelerar el crecimiento del pelo mientras que el PRC consigue frenar la caída del cabello en alopecias androgenéticas por lo que también estimula el crecimiento del mismo.
Procedimiento y formas de aplicación
El PRC y el PRP son dos técnicas capilares que tratan la salud del cabello tratándolo desde el cuero cabelludo. Ambos son técnicas ambulatorias, no obstante, presentan evidentes diferencias en sus formas de aplicación. A continuación te contamos cuáles son los procedimientos del PRP y PRC.
El PRC, como hemos mencionado anteriormente, combina la biofotomodulación y pulso magnético con farmacomesoterapia. En este sentido, el primer paso de esta técnica es la aplicación de Dutasterida mediante microinyecciones. Este fármaco es un antiandrógeno capaz de bloquear la 5 alfa reductasa para que la Dihidrotestosterona, hormona que provoca la pérdida de pelo, no se produzca y quede así bloqueada.
Una vez aplicado el fármaco, el siguiente paso para completar el PRC es colocar sobre la cabeza del paciente el casco que emite el láser de baja intensidad con el que se consigue una estimulación del cuero cabelludo. Gracias a ello conseguimos que la Dutasterida penetre mejor logrando una mayor efectividad de la misma.
Por otra parte, con el PRP no se hace uso de fármacos. En este sentido es un tratamiento más natural que el PRC ya que únicamente se emplea la propia sangre del paciente. Así, el primer paso del PRP consiste en la extracción de una pequeña cantidad de sangre y, posteriormente, se somete a centrifugación. Gracias a la centrifugadora que disponemos en MC360 se consigue separar las plaquetas del resto de los componentes sanguíneos, todo ello en un circuito completamente cerrado y sellado evitando así una posible contaminación de la sangre.
Tras la obtención de las plaquetas, el siguiente paso es su aplicación en el cuero cabelludo. Este paso, como ocurre en el PRC, se lleva a cabo a través de microinyecciones prácticamente indoloras. Con esto se da por finalizado el tratamiento con PRP.
Beneficios de PRC y PRP
Al igual que PRP y PRC no se indican en los mismos casos, los beneficios que derivan de cada uno de ellos también presentan diferencias.
Gracias al PRC se consigue frenar la alopecia androgenética bloqueando la hormona que provoca la pérdida progresiva del pelo. De esta forma, el principal beneficio del PRC es frenar la caída del cabello, así como su miniaturización consiguiendo que el folículo se regenere y retoma su grosor. Es por esto que el PRC también ayuda al crecimiento del pelo y a mejorar su calidad. Los resultados del tratamiento comienzan a ser visibles a las cuatro sesiones de iniciarlo.
Con la inyección de las plaquetas directamente en el cuero cabelludo, gracias al PRP, se obtiene un remodelado a nivel celular de todo el espesor del tejido incluyendo fibroblastos, trama vascular, sistema inmune y folículo piloso. Esto se traduce en un fortalecimiento del cabello, un rápido crecimiento del mismo, aumento de la densidad, así como la mejora de la calidad de la piel donde se encuentra el pelo.
Injerto capilar como solución definitiva a la falta de pelo
Tras conocer los tratamientos capilares más efectivos tanto para frenar la caída del pelo como para fomentar su crecimiento sano y fuerte, es imprescindible subrayar que, actualmente, la única técnica capaz de recuperar el pelo perdido es el injerto capilar.
Gracias a la técnica FUE, es posible realizar la intervención sin dejar cicatrices visibles ya que la extracción se lleva a cabo con un micromotor. Con este aparato se extraen las unidades foliculares, una a una sin dañar en exceso la zona donante, y posteriormente se implantan en el área a tratar.
Los resultados definitivos del injerto capilar se dan al año de la intervención aunque la zona de la coronilla puede extenderse hasta los dieciocho meses. No obstante, a partir del sexto mes los resultados ya son visibles.
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